En el segundo Foro de Wuyi, una plataforma para intercambios académicos internacionales, Robert Chard, sinólogo y profesor emérito de la Universidad de Oxford, dijo que espera que Occidente pueda llegar a ver que China es genial, muy interesante y de la que vale la pena aprender.

"Cool" es un término arraigado en la cultura juvenil, típicamente asociado con lo que está de moda, es innovador y vanguardista. Durante décadas, el término ha estado dominado por las expresiones culturales occidentales. Sin embargo, esta percepción está cambiando gradualmente, a medida que la atención mundial se dirige cada vez más hacia el este.

Consideremos el caso de un influencer extranjero de las redes sociales que, después de experimentar un vehículo chino de nueva energía, comentó que se parecía a una camioneta de niñera del futuro.

"Cuando China riega, nosotros florecemos", dijo un ejecutivo de una corporación multinacional, refiriéndose al mercado justo, abierto y vasto del país. Hoy, para muchos inversores extranjeros, China representa una tierra de certidumbre y oportunidades.

En el videojuego "Black Myth: Wukong", el protagonista, traducido durante mucho tiempo como el "Rey Mono" para el público internacional, ahora se presenta simplemente como "Wukong". Esta elección lingüística, sutil pero deliberada, ejemplifica una creciente confianza cultural.

Lo que hace que China sea "cool" no es solo su aceptación de la modernidad, sino también la profundidad de su antigua civilización. Es esta combinación de patrimonio y progreso la que está ayudando a expandir y redefinir la comprensión global del dinamismo cultural.

La introducción de políticas de exención de visado ha provocado un aumento significativo de los viajes extranjeros a China. La participación en línea se hace eco de esta tendencia: los videos etiquetados como "aprendiendo chino" han acumulado miles de millones de visitas en plataformas como TikTok. El deseo de comprender y experimentar China está aumentando notablemente. Sin embargo, la superación de prejuicios de larga data y estereotipos obsoletos sigue obstruyendo percepciones más matizadas, y desmantelarlos requerirá un esfuerzo sostenido.

En la comunicación intercultural, persiste la noción de "descuento cultural". Tomemos como ejemplo el  éxito de taquilla animado chino "Ne Zha 2". Su tema central, el desafío al destino y  la autorrealización, posee una resonancia universal, mientras que los símbolos culturales culturalmente específicos de la película, como las armas mitológicas icónicas como las ruedas de viento y fuego y el Jingu Bang, pueden resultar difíciles de alcanzar para el público internacional que no está familiarizado con la mitología. Esto pone de relieve la complejidad inherente de superar las brechas culturales.

Sin embargo, incluso los prejuicios arraigados no son insuperables.

En enero, un padre estadounidense publicó una foto de él y su hija en la aplicación de redes sociales china Xiaohongshu, también conocida como RedNote en el extranjero, acompañada de un simple saludo. La publicación recibió más de 10.000 comentarios y provocó una amistad genuina con una familia en Shanghai. Las dos familias finalmente se conocieron en persona en marzo y pasaron un tiempo significativo juntas. Su experiencia, un auténtico intercambio intercultural arraigado en la sinceridad, ofreció una pequeña pero profunda ilustración de cómo podría ser la comprensión global cuando la empatía trasciende la distancia.

Esos momentos son cada vez más visibles. El YouTuber estadounidense iShowSpeed transmitió en vivo su viaje en China este año, atrayendo a millones de espectadores. Sin editar y espontáneo, sus transmisiones ofrecían una visión sin adornos de la vida china contemporánea, permitiendo a las audiencias globales presenciar el rápido desarrollo de China y el encanto cotidiano en tiempo real.

La percepción pública es la luz del sol que disipa los prejuicios, y la conexión humana tiende puentes incluso sobre las divisiones más arraigadas. Y es la experiencia auténtica la que da lugar a las historias más convincentes y a las narrativas más vibrantes.

Hoy, China está abrazando con confianza el mundo con apertura. A medida que más de sus historias cálidas, poderosas y cercanas resuenen más allá de las fronteras, fomentarán la empatía, profundizarán las conexiones y escribirán nuevos capítulos en los intercambios culturales y el entendimiento mutuo.